Autor: Libertad León González
el arte introduce en la vida aquella libertad que se
pierde cuando las ideas se encarnan en la realidad
Iuri Lotman
A continuación se presenta el siguiente estudio sobre
las teorias de los signos en dos autores fundadores de los estudios
de la Semiología y la Semiótica, respectivamente, Ferdinand de
Saussure (1857-1913) y Charles Sanders Peirce (1839-1914). Se toma
como referencia fundamental la secuencia dispuesta en la Unidad I del
Seminario Semiótica y Educación del Doctorado de Ciencias Humanas de la Universidad del Zulia, Venezuela, presentado por Irida García de Moleros para establecer vasos
comunicantes con otras fuentes y reflexiones consideradas
significativas para la explicación del tema.
La importancia que para todo ser humano tiene la
capacidad de comunicarse desde diferentes facultades semióticas,
siendo la forma más generalizado entre las diferentes comunidades,
el lenguaje humano, nos coloca en la necesaria vinculación de esta
herramienta comunicativa, esencia de la condición humana, a
interrogarnos sobre dos aspectos fundamentales: 1) Los aportes de la
ciencia de los signos (la Semiótica) en los espacios socioculturales
y 2) Resaltar los principales criterios teóricos de dos grandes de
la Lingüistica estructural Ferdinand de Saussure y Charles Sanders
Peirce.
Saussure piensa en una ciencia general que estudie
los signos, la llamó semiología y en su planteamiento inicial
precisa su fundamentación teórica:
“La
lengua es un sistema de signos que expresan ideas, y por tanto,
comparable a la escritura, al alfabeto de los sordomudos, a los ritos
simbólicos, a la forma de urbanidad, a las señales militares, etc.
Sólo que es el más importante de esos sistemas. Puede por tanto concebirse una ciencia que estudie la vida de los signos la vida
de los signos en el seno de la sociedad; formaría una parte de
la psicología social, y, por consiguiente, de la psicología general;
la denominaremos semiología (del griego semeíon, 'signo'). Ella nos
enseñará en qué consisten los signos.”(Saussure, en Zechetto 1,
2000:20)
Como quiera que se propician encuentros entre la
Semiótica y el resto de las ciencias en “la comprensión del
funcionamiento de los signos y la producción de sentido en toda
manifestación cultural” lo que se ha llamado el proyecto semiótico
coloca, desde Saussure, en primer término la Semiología en cuyo
seno también convergen el resto de las ciencias. Entre ellas la
lingüistica y la valoración desde la lingüistica estructural de
las antinomias metodológicas:
Lengua-Habla,
Significante-Significado,
Arbitrariedad
(inmotivado)-racional (motivado),
Sintagma-Paradigma,
Sincronía-Diacronía.
Estas
antinomias, fundamento de la estructura binaria de la teoría del
signo lingüistico de Saussure, tiene un lugar destacado para los
estudios del lenguaje. Así, entre la lengua y el habla, como
manifestaciones social e individual del lenguaje, respectivamente. Se
reconoce también el lenguaje como sistema de signos lingüisticos,
estructurados en una armazón para que cada hablante lo adecúee a su
criterio individual, a su creatividad vital a partir de su
experiencia individual y social. La lengua en términos precisos es
concebida por Saussure con los siguientes caracteres: objeto bien
definido, es la parte social del lenguaje, en consecuencia para que
se produzca ha de prevalecer una especie de contrato social, es
posible estudiarla separada del habla, en definitiva, es un objeto de
naturaleza concreta. Por otro lado, debe considerarse en la dicotomía
lengua – habla los cambios que se producen en el seno de una
comunidad y que toma en cuenta, por lo tanto, la perspectiva
histórica.
En segundo término, Saussure reflexiona sobre el signo,
como una “díada” compuesta por el significante, representación
sensorial de algo o elemento fónico-acústico y el significado, su
concepto. A partir de la noción de signo lingüistico tratará la
arbitrariedad del signo y su valor, cabe destacar la siguiente
sentencia saussureana “El lenguaje es una institución humana sin
ninguna relación natural con su objeto” En tal sentido, creación
exclusiva de una covención social arbitraria, sin razón lógica que
enlace el significante y el significado, por lo cual ha sido llamada
esta condición inmotivado. De igual forma, subyace el valor que cada
signo lingüistico posee en la cadena hablada en oposición a otro,
precedente o subsecuente, en virtud de los cuales se produce tal o
cual significación. Pudiéramos señalar por ejemplo, el uso del
adverbio no antepuesto a la siguiente sentencia: 'No saldrás esta
noche' su valor es determinante si se omite, y la oración entonces
sería 'Saldrás esta noche', o si consideramos por ejemplo, la
semejanza entre términos como sal y mal los cuales apenas se
diferencian por uno de sus fonemas, el valor de ese fonema inicial
determina el valor del vocablo. En este sentido, estaría
manifestándose la presencia de dos factores del valor: “Todos los
valores están siempre constituidos:
- Por una cosa desemejante susceptible de ser cambiada por otra cuyo valor está por determinar.
- Por cosas similares que se pueden comparar con aquélla cuyo valor está en cuestión.” (Zechetto 1, 2000: 24). Por lo tanto, cuando se establecen las reglas de valoración entre los diferentes signos también se establece un orden, una regularidad (lo racional).
Entre las relaciones del lenguaje, denominadas por
Saussure antinomias, se destacan las sintagmáticas y
paradigmáticas. Las primeras, se manifiestan en la cadena del habla,
es decir, en el momento en que se emite el lenguaje oral, la
comunicación en presencia, aquí juega un papel fundamental el valor
de oposición que se establece entre elementos precedentes y
consecuentes, para establecer las conexiones necesarias que hacen de
lo expresado una estructura coherente y funcional para ser utilizada
en determinado momento de la comunicación entre hablantes. Cuando la
comunicación es escrita también deberá prevalecer la combinación
de los vocablos precisos para significar el mensaje que se desea
transmitir. Las segundas, se establecen a partir de elementos comunes
en una serie de signos, en ausencia, verbigracia cuando reconocemos
en el inventario de los sustantivos todas aquéllas palabras que
puedan haberse colocado en una oración pertenecientes a ese
inventario o universo. Si decimos, por ejemplo: Luis trae regalos a
las secretarias en su día. El sustantivo Luis estará vinculado a
todos aquéllos posibles nombres propios que pudieron realizar dicha
acción y que además, por pertenecer al inventario de los
sustantivos tiene caracteres morfológicos de género y número.
En cuanto a la antinomia Sincronía/Diacronía, Saussure
establece relaciones en la estructura del lenguaje, podemos estudiar
el lenguaje, bien a lo largo del tiempo (Diacronía), bien en una
determinada época o período actual (Sincronía). En el estudio
diacrónico “se hallan los esquemas estructurales, formales,
teóricos y estables” (Op. Cit., p.26), en el estudio sincrónico “la
lengua “en su aspecto más concreto como hecho social dinámico en
el que los sujetos hablantes son los protagonistas” (Ibidem). De
igual modo, Saussure establece una separación de las esferas si
consideramos el Eje de las Simultaneidades y el Eje de las
Sucesiones. A saber, en el primer caso, la relación entre cosas
coexistentes, el tiempo queda excluido. Y en cuanto al segundo eje,
nunca se puede considerar más que una cosa por vez dado la
convención de espacialidad que de alguna manera cada significante
ocupa al momento de emitirse cualquier expresión de la cadena
hablada y que estaría en correspondencia con los planos fonético y
fonológico, morfológico, sintáctico, semántico y pragmático del
lenguaje. De igual forma, la espacialidad que cada significante ocupa
en el plano de la escritura en forma lineal, sin superposición de
elementos. Así como, están situadas todas las cosas del primer eje
con sus cambios. Es decir, el valor de los signos considerados en
función del tiempo, apreciando su organización y uso en el sistema
actual y en correspondencia con la evolución de que han sido objeto
a lo largo de las épocas y que se manifiesta en cualquier estructura
en el presente.
En este punto de las consideraciones científicas de los estudios del lenguaje considero importante acercarnos a la lectura
hermenéutica que sobre el origen del lenguaje realiza J. M. Briceño
Guerrero partiendo de una exploración mitológica del tema.
Permítaseme citar in extenso al autor:
“Ante
todo una leyenda maquiritare: “En aquélla época Uánadi, hijo del
Sol y máximo héroe cultural, tenía la intención de crear los
hombres para poblar la tierra, en donde tan solo vivían entonces los
animales.Hizo a tal objeto una esfera milagrosa, hecha de piedra, la
cual estaba repleta de gente diminuta todavía no nacida; desde
dentro se oían sus gritos, sus conversaciones, sus cantos y sus
bailes. Esta bola maravillosa se llamaba Fehánna”(Briceño
Guerrero, 2002:11).
El lenguaje tanto para las culturas originarias como
para el hombre que ha evolucionado y se ubica en la reflexividad de
las consideraciones científicas sobre el tema, se constituye, en
ambas, en esencia de la condición humana, en razón y pensamiento
compartido, a partir del uso del lenguaje, fundamento de su práxis
comunicativa. Esa esencia está latente en cualquiera de las dos
argumentaciones referidas, la que surge de las consideraciones
ancestrales del mito y la que subyace del científico de la
lingüistica estructural vigente. Vemos en la visión de la leyenda
maquiritare la necesidad de delimitar la esfera solar (divina) y la
esfera de piedra, lo creado, lo humano. Forma ésta que nos coloca
ante todas las manifestaciones sígnicas de la cultura, y en
consecuencia de los estudios de la Semiología de la cultura. De
nuevo compartimos el criterio de Briceño Guerrero cuando declara:
“El lenguaje, como el grito, la canción y el baile, es
consubstancial con la condición humana y el todo se encuentra
incluido en un todo mayor que lo trasciende” (Briceño Guerrero,
2002:12). En las culturas primigénias se valora la capacidad
creadora del lenguaje como esencia de la creación de la vida. En los
estudios actuales sobre la supremacía del lenguaje en la sociedad,
podemos recapitular la teoría saussuriana, atenta a un criterio de
valoración del lenguaje en el presente que además implica su
evolución: Dos ejes esenciales del valor de los signos considerados
en función del tiempo, apreciando su organización y uso en el
sistema actual y también la evolución de su estructura a lo largo
de las épocas históricas. Aún cuando la concepción mítica diste
del criterio fenomenológico que se le otorga al lenguaje respecto a
los estudios propios de la ciencia del lenguaje, no dejan de tener
vasos comunicantes en cuanto a la supremacía que en ambas
concepciones le otorgan al lenguaje, instrumento de creación.
Para Charles Sanders Peirce (1839-1914), cognición,
pensamiento, hombre, son semióticos en su esencia. Cada pensamiento
es un signo. La vida es una cadena de pensamientos, prueba que el
hombre es un signo. El universo entero está inundado con signos. En
consecuencia, la Semiótica es la doctrina de la naturaleza esencial
y de las variedades fundamentales de las posibles semiosis. La teoría
de Peirce tiene entonces una fundamentación filósofica cuando
reconoce la realidad como tríada,
proceso.
“que domina la disposición analítica e
interpretativa de la realidad desde el sistema del pensamiento humano.
Este puede describir la situación global de las cosas como
cualidades (Primeridad), o en su acción real (Segundidad), o como
entidades regidas por leyes y fines (Terceridad). Y siempre como una
experiencia continua y fluida.” (Ibidem, :47).
Será preciso,
igualmente, para ilustrar estas ideas sobre la realidad como triada,
citar los siguientes ejemplos proporcionados por el Peirce:
“Las ideas típicas de la Primeridad son
cualidades del sentir, o meras apariencias. El color escarlata de las
libreas de vuestra casa real, la cualidad en sí misma,
independientemente del hecho de ser percibida o recordada, es un
ejemplo.
Un tipo de idea de Segundidad es la experiencia del
esfuerzo, con prescindencia de la idea de intencionalidad...La
existencia de la palabra esfuerzo es prueba suficiente de que la
gente piensa que tiene tal idea, y basta con esto. La experiencia del
esfuerzo no puede existir sin la experiencia de la resistencia. El
esfuerzo sólo es esfuerzo en virtud de que algo se le opone, y
ningún tercer elemento entra en esto. ...
En su forma genuina, la Terceridad es la relación
triádica que existe entre un signo, su objetoy el pensamiento
interpretador, que es en sí mismo un signo, considerada dicha
relación triádica como el modo de ser de un signo...Un Tercero es
algo que siempre pone a un Primero en relación con un Segundo.Un
signo es una clase de Tercero.” (Ibidem:47).
El color
escarlata de las libreas de la casa real, idea de Primeridad. El uso
de las libreas escarlatas, la idea de Segundidad y las relaciones
establecidas por el uso de las libreas escarlata, idea de Terceridad.
Destaquemos
ahora otra noción peirceana, el fanerón, “la suma de todo lo que
tenemos en la mente, de cualquier manera que sea...categoría
relacional mediante la cual vinculamos elementos simples y complejos
de cualquier realidad semiótica” (Ibidem,:48). Luego ejemplifica a
través del signo “avión” y sus múltiples ángulos culturales,
desde la realidad como aparato tecnológico, comercial, turístico o
considerarlo como imágen, como escritura. Así, de nuevo, el signo
pasará por las tres categorías de Primeridad, Segundidad y
Terceridad. En este orden entraría en juego otra categoría, la
faneroscopia como “forma lógica de encarar las cosas con el fin de
reducir al orden fenómenos diversos, interpretándolos
funcionalmente desde las categorías de la primeridad, secundidad y
terceridad”(Ibidem), es decir, interpretar al signo en términos
pragmáticos, de allí que Peirce sea considerado filósofo iniciador
del pragmatismo moderno. El pragmatismo apunta más allá de las
elucubraciones mentales, es decir, la práctica.
Para Peirce, un signo es cualquier cosa que determina
alguna otra (su interpretante) para que se refiera a un objeto al
cual él mismo se refiere (su objeto); de la misma manera, el
interpretante se convierte a su vez en un signo, y así ad
infinitum. Precisemos en palabras
del propio Peirce:
“Un
signo o representamen, es algo que, para alguien, representa o se
refiere a algo en algún aspecto o caracter. Se dirige a alguien,
esto es, crea en la mente de esa persona un signo equivalente, o tal
vez, un signo aún más desarrollado. Este signo creado es lo que yo
llamo el interpretante del primer signo. El signo está en lugar de
algo, su objeto, está en lugar de ese objeto, no en todos los
aspectos, sino solo con referencia a una suerte de idea, que a veces
he llamado el fundamento del representamen”
(Pierce, The
collected papers:228 )
Se establece, en
consecuencia, la presencia de la 'conciencia inteligente' en virtud de
constituirse un proceso de cognición, de pensamiento que enlaza y
establece conexiones significantes en la tríada del signo. Por lo
tanto, entraran en juego tres elementos fundamentales: Primero, un
signo o Representamen, un Segundo u Objeto y un tercero o
Interpretante. En cuanto al Representamen seria ““el/los aspectos
del objeto” que podemos llegar a conocer a través de una tríada
en particular, pero nunca al objeto en su totalidad.”(Caldeiro,
2005) En tanto que el objeto “es la porción de la realidad a la
que se puede acceder a través del signo.” (idem) y finalmente, el
interpretante se constituye en “otro signo que ahora es el signo
que el representamen produce en la mente de la persona...El
interpretante ha de relacionarse con los conocimientos y saberes
comunes de una cultura determinada.” (idem). Esta representación
mental del signo que establece Pierce, de naturaleza triádica, se
distancia y amplía la teoría binaria del Signo Lingüistico de
Ferdinand de Saussure. Sin embargo, en ambas prevalece la conexión
del pensamiento, de la representación mental de la idea del signo
tanto en el significante propiamente dicho como en el receptor de
este signo llamado por Pierce, interpretante. En cuanto a la
valoración de los estudios de Pierce, debe traerse a consideración
los estudios de Eliseo Verón (1938), quién ve mayor amplitud en la
teoría peirceana ampliada hacia los estudios de la semiótica
mientras que en Saussure los estudios hay que reconocerle
particularmente, “el surgimiento de la linguistica como ciencia de
la lengua”( Zechetto, 2000:107). Es a partir de esta valoración
que luego desarrollará su teoría de la discursividad o
teoría de los discursos sociales. Comienza
considerando las limitaciones de la teoría saussureana con
respecto a la teoría peirceana y declara:
“El
modelo ternario aborda un análisis más amplio que el de la
lingüistica; la cual, -seguidora del funcionalismo-, reducía el
sentido del acto de lengua al foco intencional de la conciencia...No
se planteaban , sino
que veían tanto a la lectura como a la lectura como dos posiciones
indistintas.” (Verón, en Zechetto, 2000:108).
Y
aún es más tajante cuando afirma que la concepción saussureana
“conduce a una
noción estática del signo.
Volviendo
a la teoría peirceana hay tres clases de signos: semejanzas o
íconos. funcionan a partir de la imitación que realizan sobre el
objeto. Una caricatura, un dibujo que refleje la naturaleza, sombras
chinas, serían ejemplos de íconos; los indicadores o índices, tal
y como la palabra lo dice, muestran indicios, conexiones con el
objeto o las cosas de la realidad. El cielo nublado es indice de
lluvia, el dolor de vientre en las mujeres es índice de la llegada
de la menstruación o el vómito, la diarrea, y decaimiento general
en los bebés es indicio del “mal de ojo”para quiénes tienen esa
creencia. Todo lo que centra la atención o todo lo que sorprende es
una indicación, según Peirce. Luego, los símbolos o “signos
generales, que han sido asociados con su significado por el uso. Así
como, “etimológicamente significaría una cosa unida a otra.”
(Peirce, 1894:6). Mafalda,
caricatura de Quino, sería símbolo de las rebeldía de los niños.
En Venezuela, Los
cuentos de Teresa,
de Armando José Sequera, son símbolo de la perversidad y la ternura
del imaginario infantil. El
Principito
es símbolo de la eternización de la infancia en el adulto; Alicia
en el país de las maravillas
y Alicia a través
del espejo
constiuyen un símbolo de la escritura del absurdo.
Así
como el hombre es capaz de inventar nuevos símbolos, a partir de su
capacidad creadora, la cual se hace determinante y expresa, a través
del lenguaje, podemos afirmar, que en nuestra cotidianidad estamos
siempre desarrollando esta capacidad creadora, cuando damos
denominaciones muy personales a cualquier ser querido, o no tan
querido, si no es reconocido por el entorno es tomado como si se
tratara de entender otro idioma. Es el caso particular de los apodos.
Puedo referir en mi condición de abuela un ejemplo que siempre doy a
mis estudiantes. Cuando mi nieta tenía más o menos cuatro años, se
me ocurrió llamarla “gondispotis”, no sabría explicar una
razón lógica del término, como todos los términos, amparados por
la teoría saussureana de la arbitrariedad, bien pudiera simplemente
decir que tras un impulso de emotividad surgieron esa serie de
sonidos que me regocijaban cada vez que los repetía para sustituir
su nombre, Abril por el de “gondispotis”. Con el tiempo esa
denominación se ha apocopado y hoy en día la llamo mi “cotis” y
a su hermanito mi “cotos” y les agrego a quiénes me pregunta
“por aquello del algodón”, es decir, la suavidad del 'cotton'.
Por supuesto, todos en mi familia entienden el código, símbolo de
mis sentimientos. Me encantaría conocer otros símbolos, creados por
otras abuelas. Volviendo a Peirce, “gondispotis”, “cotis” y
“cotos” serían el signo o representamen, Abril y Jesús Daniel
serían el objeto y cada uno de los miembros de mi familia , los
interpretantes.
En cuanto a la poesía, propiamente dicha,
particularmente infantil, podemos hacer referencia a muchos ejemplos,
que se constituyen en ícono de sus autores “El principe enano”
de José Martí, “La sonatina” de Ruben Darío, “Las
lombricitas” de Aquiles Nazoa, y mucho más contemporáneo, pero,
igualmente emblemático el poema “Aprendiz de espumas” del
escritor español Carlos Marzal, poema que simboliza al niño que
tiene su primer encuentro con el mar (1). Todos son muestras de la
capacidad simbólica del lenguaje más allá de lo meramente
cotidiano.
Reconocemos en la teoría de Peirce el fundamento
de la semiótica, considerada por Umberto Eco como “una práctica
contínua. El sistema semiótico que cambia, el análisis semiótico
que transforma al sistema que expresa y considera a los signos como
una fuerza social, permiten entender que la semiótica no solo es una
teoría” (Eco, en Zechetto 2, 2000:60). Esta afirmación sustenta
todos los signos que nos envuelven en el desempeño de nuestra vida
social. De allí que para Eco sea tan importante establecer las
influencias del signo en el universo de los medios de comunicación.
Sin embargo, siendo el signo el centro de estas reflexiones
veamos las siguientes afirmaciones de Eco, siguiendo a Peirce:
“...se trata de redescubrir que la idea original de
signo no se basaba en la igualdad, en la correlación fija
establecida por el código, en la equivalencia entre expresión y
contenido, sino en la inferencia, en la interpretación, en la
dinámica de la semiosis...Por consiguiente, sólo hay signo cuando
una expresión queda, inmediatamente, atrapada en una relación
triádica, en la que el tercer término-el interpretante-genera
automáticamente una nueva interpretación, y así hasta el
infinito.” (Eco, en Zechetto, 2000:65).
La
literatura en esencia reproduce esta juego propiciado a partir del
signo. Queremos otro ejemplo ya en el plano narrativo. Se trata de
un escritor inédito, de 80 años, el profesor Ernesto Vergara,
natural de la ciudad de Valera, quién acaba de participar en el
Primer Concurso de cuentos de la Federación Venezolana de Maestros,
donde obtuvo el segundo lugar, con su cuento “Los caleteros”. En
este sentido quiero significar el encuentro propiciado entre mis
estudiantes de Lenguaje y Comunicación y el profesor. Cada
estudiante leyó previamente un cuento del profesor. La distancia
generacional y de la época referida en cada relato, vinculados a la
Valera de principios del siglo XX, la naturaleza autobiográfica, en
la mayoría de los cuentos, en consonancia con las situaciones
anecdóticas, propias de la vida de los pueblos, con innumerables
signos que reflejan la vida de la época, permitió un diálogo
enriquecedor sobre los saberes culturales de aquélla época, que
mis estudiantes desconocían y que trataron interpretar incluso
buscando referencias con los cronistas de algunos pueblos vecinos.
Diríamos con Peirce el
signo que el hombre utiliza es el hombre mismo. La
referencia de vida del escritor resignifica el sentido de signos de
lo cotidiano, en signos traspuestos con múltiples interpretaciones
semánticas en cada cuento y al mismo tiempo, al ser recibidos por el
lector, se producen nuevas interpretaciones. Pudiéramos referir en
los cuentos de Vergara la presencia de héroes anónimos, propio de
los pueblos: el famoso Cleto, caletero del mercado municipal, además
bebedor y hasta serenatero no por vocación sino por osado; los locos
que ayudaban al padre de Sabana Libre a trasladar el nicho, repleto
de ofrendas y limosnas de la Vírgen de Coromoto, por tortuosos
caminos de piedra, de ida y regreso entre las comunidades vecinas.
Particularmente, se destaca el loco Pala, quién cansado de llevar el
nicho lo deja abandonado en un paso del camino y expresará. “si es
tan santa que termine de llegar sola”. Toda una experiencia de
vida al servicio de la imaginación, a la formación de nuevos
códigos. Es emblemático destacar que los cuentos de Vergara,
algunos tienen coplas que repiten la trama del cuento, todos están
ilustrados por el mismo autor y a todos les ha compuesto música que
con mucho agrado interpreta acompañado de su guitarra. En este
sentido, el escritor reinterpreta sus signos. Estaríamos entonces
hablando, en términos precisos, de un proceso de traducción. En
este momento son válidas las siguientes palabras de Claude Levi
Strauss:
“...intentar extraer la propiedad invariable de un
variado y complejo conjunto de códigos (el código musical, el
código literario, el código artístico). La cuestión consiste en
desentrañar lo que es común a todos ellos. Podría decirse que es un
problema de traducción: traducir lo que está expresado en un
lenguaje- o en un código si se prefiere, aunque el término
<<lenguaje>> es suficiente-a una expresión de un
lenguaje diferente.” (Levi Strauss, 2008, 29-30).
En
torno al mismo criterio dirá mas adelante: “<<significar>>
significa la posibilidad de que cualquier tipo de información sea
traducida a un lenguaje diferente.” (Levi Strauss, 2008:33). Estaría
poniéndose de manifiesto, de igual forma, la
semiósis ilimitada
según Eco, proveniente también de la teoría peirceana:
“...toda la cultura se considera como un sistema de
sistema de signos, en el que el significado de un significante a su
vez se convierte en significante de otro significado o incluso en
significante del propio significado-independientemente del hecho de
que sean palabras, objetos, cosas, ideas, valores, sentimientos,
gestos o comportamientos. (Pierce, en Zechetto, 2000:66).
Es a nuestro parecer, igualmente, el vínculo que
se suscita entre discursos semióticos diversos, esbozados en el
presente trabajo, donde todos definen los procesos de significación
y comunicación de la semiótica. Ahora, será preciso introducir,
en términos análogos a los criterios de Pierce, Eco, Levi Strauss,
las siguientes consideraciones de Magariños:
“...para que algo signifique, debe ser percibido en
cuanto forma identificable de determinada semiosis y debe ser
enunciado desde otra semiosis (incluida la alteridad de todo
metalenguaje respecto de su lenguaje objeto diferente de aquélla a
la que pertenece dicho “algo”. La mera percepción es necesaria
pero insuficiente (...) sin el correspondiente “juicio perceptual”
(Peirce,:5.155) que, utilizando como materia prima la episteme
social disponible (...) construya en el consciente cognitivo la
representación de aquella percepción. La razón de esta
insuficiencia se asienta sobre la contradicción inherente a toda
semiosis y que constutuye lo que puede denominarse “el dilema
semiótico”: es necesario que una semiosis (sustituyente deje de
ser lo que es “en sí”(el juicio perceptual: un fenómeno de
lengua) para que otra semiósis (sustituida) sea, no lo que es “en
sí”(la percepción: un fenómeno sensorial), sino aquéllo en lo
que la primera la constituye (el referente: un fenómeno semiótico y,
en cuanto tal, significativo).” (Magariños, 2002:29).
El punto de encuentro de todas estas
teorías semióticas del signo está, indudablemente, en considerar
su naturaleza mental, la capacidad de percibirlo como entidad
psíquica, iniciadas estas consideraciones, con la teoría binaria de
Ferdinand de Saussure y ampliada, de manera sustancial, con la
teoría triádica de Charles Sanders Pierce, la cual se prolonga en
una serie de consideraciones clasificatorias en otras tríadas. Por
otro lado, los estudios de semiólogos posteriores a Peirce como
Umberto Eco, Eliseo Veron y Magariños, reconocen el punto de inicio
de sus investigaciones, apoyados en la teoría de Peirce, sin
desmerecer las aportaciones individuales de cada uno, aún cuando en
algunos momentos de sus apreciaciones puedan tomar distancia o
discrepar de las consideraciones piercianas sobre el signo.
A continuación, consideramos
pertinente revisar algunas nociones fundamentales de la teoría
semiótica desarrollada por Magariños. Explícitamente iniciamos con
la noción de objeto semiótico:
“a) cualquier percepción construida, en un momento determinado y
en una sociedad concreta (o sector de esa sociedad), mediante un
conjunto de referentes producidos por un conjunto de enunciados
provenientes de las semiosis efectivamente disponibles en dicha
sociedad.” (Magariños,:30) Luego, define la semiosis:
“todo universo de percepciones sensoriales
identificadas, en cuanto construidas (y, coyunturalmente, utilizables
como sustituyente o como sustituidas), y cuyas operaciones de
formación, transformación y recurrencia pueden identificarse de
modo formal, cuasi-formal o entre límites relativos de arbitrariedad
(Chomsky, 1979:32).
Todo objeto semiótico procede, pues, de la
interacción de dos (al menos) semiosis y pertenece, a su vez, a
alguna determinada semiosis. Todo cuanto el hombre percibe
conscientemente (o conoce, en sentido amplio) es, en cuanto tal,
objeto semiótico.” (Ibidem).
En relación al objeto semiótico
tiene una importancia fundamental el objeto semiótico histórico y
que es denominada por Magariños, partiendo de Pierce como semiosis
sustituida, destaca en esta tríada peirceana, el Representamen,
semiosis sustituyente y el Interpretante, nuevo objeto semiótico. A
partir de esta reflexión continúa afirmando: “nada es” sino que
todo “resulta ser” lo que las posibilidades constructivas de las
semiosis sustituyentes, socialmente disponibles, “le permiten
ser”.(Ibidem,: 60). Así como en el lenguaje es tan determinante su
evolución, los cambios que se suscitan a través del tránsito
temporal, de igual modo, para la semiótica las repercusiones
históricas sobre el objeto semiótico ocupan un lugar estelar de las
reflexiones propias de la semiótica. Esta conciencia histórica
sobre la vigencia de un objeto semiótico en particular en el
presente también tiene implicaciones en el discurso de la verdad y
la falsedad.
¿Pudiéramos precisar, como ejemplo,
de la tríada peirceana- magariñoana la consideración que para los
creyentes de la religión católica tiene en la época decembrina o
navideña la colocación del pesebre en sus casas, como Representamen
o semiosis sustituyente de un objeto semiótico histórico
(Fundamento) de dos mil años de antigüedad, referido al lugar dónde
nació Jesús, en Belén y que se expresa en los Interpretantes que
en este caso se constituye en todas aquellas personas que colocan una
versión personal de ese objeto semiótico, es decir, el nuevo objeto
semiótico? Pudiéramos ampliar esta mirada
semiótica apoyados de nuevo en Magariños:
“toda forma tiene ya historia. Todo lo
percibible se percibe porque ya está interpretado y así la forma
viene a ser una bisagra que media entre la percepción y la
interpretación y permite la transformación de la primera en la
segunda. Los tres términos involucrados “percepción”, “forma”
e “interpretación”constituyen una totalidad cuyo sustrato
objetivo es la forma, lo que no la excluye de dicha totalidad sino
que meramente la afirma como lo efectivamente observado.”
(Ibidem,:67).
Esta manera de definir los rasgo particulares del
objeto semiótico nos permite acaso precisar alguna recursividad
entre los grandes semióticos de todos los tiempos. Tal y como se
verá en la siguiente definición de cultura, expuesta por Uspenski,
a propósito de la Escuela Semiótica de Tartu- Moscú:
“la cultura es entendida como cierto sistema que está
entre el hombre (como unidad social) y la realidad que lo rodea, esto
es, como un mecanismo de elaboración y organización de la
información que llega del mundo exterior. En este proceso cierta
información resulta substancialmente significativa, y cierta
información es pasada por alto en los marcos de una cultura dada. En
el lenguaje de otra cultura, por el contrario, esa información no
importante para esa cultura puede ser muy esencial. Así pues un
mismo texto puede ser leído de diversa manera en los lenguajes de
diversas culturas... Así pues la cultura en el sentido semiótico
amplio es entendida como el sistema de las relaciones que se
establecen entre el hombre y el mundo.” (Uspenski, :292).
Estaría refiriéndose Uspenski a esa
forma en que cada cultura lee el mundo, lo interpreta, lo significa,
de acuerdo a su visión en la que convergen infinidad de códigos, de
signos, de objetos semióticos. Lo mismo ocurre con un texto que es
traducido de un idioma a otro, el resultado se constiuirá en lo que
Lotman llamó un texto nuevo. Para Lotman entonces “la cultura es
un mecanismo de producción de textos nuevos” (Lotman, :130). Por
eso quizá siempre vuelve a considerar los textos
artísticos, llamados por él sistema de los lenguajes del arte.
Plantea el siguiente esquema:
ML_____________O______________LA
“De un lado, el sistema de los metalenguajes (ML) y,
del otro, el sistema de los lenguajes del arte (LA). Los textos
reales se disponen a lo largo del eje. Su ubicación dependerá de de
la estructura de estos textos y de su función. Un mismo texto puede
tener en algunos casos una función poética y, en otros, una función
puramente informativa.” (Lotman, 130).
Del mismo modo, Lotman jerarquiza un tercer tipo de
textos en el sistema de la cultura, los que cumplen con la función
de la memoria, pues cada elemento tiene sentido “en un determinado
contexto, y lleva en sí una profundidad temporal y una
tradicionalidad histórica...Estas tres funciones son también los
indicios del sistema intelectual” (Ibidem). A través de lo que ha
llamado el isomorfismo cultural: la conciencia individual, el texto y
la cultura.
En nuestros estudios sobre el tipo de texto la
novela histórica resulta pertinente expresar la inclusión de estos
tres sistemas de textos del sistema de la cultura: el texto histórico
(la memoria); el texto poético, en todo lo que sea concebido como
producto del imaginario narrativo, el cual se detiene con específica
atención en la recreación de personajes auténticamente reales,
personajes tomados de la Historia pero renovados de manera
insospechable; así como personajes ficticios, muy emparentados con
el discurso poético porque en su particular construcción sostienen,
el sentido estético de la novela. En algunas ocasiones, esta
significancia poética la encontramos en el narrador, casi siempre en
primera persona o como narrador testigo de los hechos. Puedo señalar
el uso de este procedimiento textual en las novelas del escritor
colombiano William Ospina, Ursúa y El país de la canela,
recurso importante que interpretamos en las novelas de Ospina las
nociones de mímesis de Paul Ricoeur y que hemos trabajado en otro
estudio sobre la novela histórica. Además, también la novela
histórica informa al lector detalles de la historia que han sido
ocultados por los textos oficiales. La novela histórica entonces,
utiliza la recursividad del hecho y los héroes para reinventarlos en
el mejor sentido del término.
Es tan importante la noción que sobre la historia
tiene Lotman que realiza un paralelismo con la noción de biosfera de
Vernadskij y la noción de semiosfera, por un lado, y la noción de
intelecto e historia, por otro. Leamos su apreciación magistral y
valoremos la trascendencia de su pensamiento:
“En los años cuarenta de nuestro siglo, el famoso
geólogo, astrofísico y académico Vernadskij definió lo que vivía
sobre la tierra mediante el concepto de biosfera. Forman parte de la
biosfera, dijo, tanto los microorganismos como los individuos.
Vernadskij definió la biosfera como una membrana sobre la superficie
de la tierra. Esta membrana es una máquina, es decir, funciona,
desarrolla este tipo de trabajo: con la ayuda de la energía del sol
transforma lo que no está vivo en vida; y así se desarrollan los
mecanismos de la vida cósmica. Podemos afirmar, haciendo un
paralelismo, que la esfera intelectual es la que crea el intelecto,
de manera que el intelecto no se halla al principio de la creación
sino al final. Todo el movimiento histórico puede considerarsecomo
la actividad de esta máquna (la semiosfera), con sus obstáculos y
sus éxitos.”(Lotman, :134).
Establecer un criterio conclusivo acerca de la
extensa teoría lotmaniana, pasa por considerar su inagotable
repercusión en los estudios de la cultura, de los signos que la
orquestan, de la validez de sus apreciaciones, sobre todo, en tanto
que reconoce en el hombre el valor primordial de ese entramado
cultural y que coloca también a la historia como marca fundamental
de esa memoria, que en ocasiones se diluye por necesidad de
reinventarse, sin premeditaciones posibles; dónde ese intelecto
humano sabrá sacar o no provecho, de acuerdo a sus circunstancias, a
sus convicciones y a la realidad que se le presente. Recurriendo a
la riqueza sígnica del arte, con una esperanza siempre latente.
Notas:
- Carlos Marzal: “Aprendiz de espumas”: “Yo conduje a mi niño hasta la orilla,/y él me condujo a mi,/más niño suyo./Lo conducente, al fin, lo conducido./Hasta entonces/ anduvo ensimismado/en tormentas de arena/en castillos de almenas imposibles./ Con su pala y su cubo, en ramblas breves./La media tarde se alumbraba oblicua/ Con dócil resplandor. El mundo en torno/ brindaba a aquel volumen mansedumbre,/ sin la laceración del mediodía./El mar y el niño se observaron tensos,/ como las criaturas más salvajes./Tanteaban sus fuerzas,/ recelosos,/ en una esgrima tácita./Hasta que el niño desplegó su índice,/y al señalar el mar,/ creó desde la nada el mar primero,/fundó desde su amor el horizonte./Corrió el niño hacia el agua,/ y el animal, sumiso,/lamió sus pies descalzos. Para siempre,/tomaron posesión uno del otro,/señores a la vez, mutuos esclavos.Así fue como el aprendiz de espumas/ se hizo doctor en olas, erudito/ en los cantos roddos, en los nácares, en los azules yodos intangibles./Yo me atuve a mi asombro,/ pobre adulto./ ¿Por qué/si fuimos dueños no lo somos?/ ¿Por qué/ si lo supimos, no sabemos?7¿Adónde fue a parar el paraiso?http://niundiasinpoesiaguadalpin.blogspot.com/2009/10/marzal-carlos-el-aprendiz-de-espumas.html?spref=fb
BIBLIOGRAFÍA:
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http://comunicación.idoneos.com/index.php/335515
Lévi-Strauss, Claude:
Mito y significado.Madrid.
Alianza. 2008.
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y la historia” en Entretextos N°
4, nov. 2004. Versión digital 2010, p.127-137, en http://
es.scribd/doc/95381154/Entretextos-n4.
Magariños de Moretin,
Juan Ángel: Los fundamentos lógicos de la semiótica y su
prática.Buenos Aires. Edicial.
Primera edición 1999. Edición digital, 2002.
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es.scribd.com/doc/103615853/CharlesSandersPierce-QueEsUnSigno.
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de Tartu-Moscú” en Entretextos, N° 2, nov. 2003. Versión
digital, 2009 p. 282-293, en, http://
es.scribd/doc/91824263/entretextos-n2#outer_page_5
Zechetto,
Victorino: Seis semiólogos en busca del lector
1 (Saussure, Pierce, Barthes). Quito. Abya-Yala. 2000.
________________:
Seis semiólogos en busca del lector 2 (Greimas,Eco,Verón).
Quito. Abya-Yala. 2000.
Apreciada Libertad:
ResponderEliminarGracias por brindarnos este excelente texto “Sobre La Teoría del Signo y los Orígenes de la Semiótica”. Gracias también por mencionar a Peirce, un semiólogo excepcional que hasta hace poco no recibía el reconocimiento que merecía.
Pero gracias especialmente por confrontar en tu escrito nociones fundamentales de semiología. Sólo los creadores saben pasar por su cuerpo las teorías. No te imaginas el placer que sentí al verificar todas tus lecturas condensadas en esa gema de los apodos. Tu ejemplo hace descender una ciencia de lo general a un arte de lo particular. Y eso habla de sabiduría. Con “gondispotis” has creado una nomenclatura de variados afectos que me explican la semiótica mejor que muchos tratados. El trabajo es espléndido.
Agradecida en afectos y consideraciones de ti, Mario. Infinitas gracias por tener el privilegio de contar con tu reconocimiento.
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ResponderEliminarRoberth J. Coronado CI: V-18925204 Seccion: 3
ResponderEliminarEs realmente acertado cuando Saussure dice “La lengua es un sistema de signos que expresan ideas, y por tanto, comparable a la escritura, al alfabeto de los sordomudos, a los ritos simbólicos, a la forma de urbanidad, a las señales militares, etc. Sólo que es el más importante de esos sistemas”, debido a la necesidad de dominar una lengua para lograr de esta manera entender un mensaje que recibimos. Un ejemplo el lenguaje de los sordomudos con las manos, originalmente fue creado para ayudar a comunice entre sí y con los demás, y aunque este idioma es prácticamente internacional, es sabido que cada región con lengua distinta afecta de una u otra manera la forma de expresar dicho mensaje con las manos. Es aquí donde se cumple que la lengua es el sistema más impórtate de todos. Es importante debido a que somos seres sociales que tenemos la necesidad de comunicarnos entre nosotros, aun cuando somos simples bebes lloramos para comunicar que tenemos hambre, miedo, o simplemente algo nos molesta, e incluso las propias madres logran reconocer el tipo de llanto que realizamos, o también aun antes de nacer los golpes que realizamos en el interior, la madres logran reconocer eso golpes o patadas y pueden afirmar algo le pasa al bebé, podemos entonces afirmar que ese llanto o esa patada es nuestra primera forma de lengua, por ende de igual manera como explica la leyenda maquiritare, es un sistema que se encuentra tan ligado con la humanidad hasta el punto de tenerla incluso en la concepción.
Es interesante como Saussure nos dice que el lenguaje además de estar formado por lengua y habla, también nos hace referencia que se ambos conceptos están unidos pero estudiados por separado. Y nos presenta que la lengua solo prevalece mientras haya una especia de contrato social, mientras que el habla que el habla está constituida por la noción mental (representación sensorial) y un concepto de dicha representación, pero que además este concepto puede estar dado por la arbitrariedad, es decir lo que llamamos “casa” pudo haber sido nombrado “leico” puesto que el concepto tiene una tendencia de ser arbitrario o mejor dicho nos hemos encargado de que sea así. Además el lenguaje por estar constituido de las normas (contrato social) de la lengua y esta tendencia de arbitrariedad, se afirma que cambia con el tiempo de ahí cuando nos referimos a nuestro propio lenguaje podemos encontrar palabras que solo eran usadas en el pasado, pero que eran de uso continuo en dicha época.
Mabel Andara
ResponderEliminarC.I: 26002629 Sección: 03
Según Saussure, la semiótica es el estudio de los signos, planteando que la lengua es una sistema de signos, medio que es utilizado para expresar ideas, pensamientos... Todo ser humano tiene la capacidad de comunicarse con diferentes facultades semíoticas, adecuando a su criterio individual. En cuanto a Peirce da al signo el nombre de representamen, y sostiene que es lo que representa a un objeto, un carácter o algún aspecto particular que no está presente. Es decir, el signo sustituye al objeto ausente y así la persona pueda crear en la mente un signo equivalente. El interpretante, es una representación que se refiere al mismo objeto que el representamen y que puede adquirir diversas formas. Dice Peirce "objeto es aquello acerca de lo cual el signo presupone un conocimiento para que sea posible proveer alguna información adicional sobre el mismo".
Todos los signos nos envuelven en el desempeño de nuestra vida social. Por supuesto, sólo hay signo cuando una expresión queda inmediatamente entendida.
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ResponderEliminarJonathan Montilla
ResponderEliminarCI: 25.865.178 - Sección 2
Todo el mundo es un lenguaje: desde sus profundos e inmensos mares, sus montañas, sus bosques, sus ciudades y sus pueblos. Cada persona que se desplaza de un lugar a otro es una forma de lenguaje, aunque en realidad, somos nosotros mismos los que hacemos eso posible. Un ejemplo de ello, es que si no existiéramos, tampoco lo haría el lenguaje, puesta tal como dijo Peirce: el hombre es quien interpreta el lenguaje que abunda a su alrededor. Nosostros somos capaces de descodificar el sin número de signos que constituyen un mundo vivo, rico y en constante cambio. Es curioso el hecho de que muchas personas vean al lenguaje solamente como el conjunto de palabras, en este caso códigos, que el ser humano utiliza para comunicarse. La realidad es otra, y hermoso es por lo menos darse cuenta por vez primera de tantas cosas que se encontraban ocultas bajo una fina tela invisible. Hace ver las cosas de otra manera, poco a poco se va desarrollando una capacidad que no se disfrutaba con anterioridad: la de ver el mundo con ojos reflexivos, como un todo pero a la vez un "mucho" Donde nada es lo que parece, todo tiene un significado y un porqué. Todo es lenguaje.
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ResponderEliminarJavier Mendoza
ResponderEliminarsección:03
C.I: 26191144
La teoría saussuriana, atenta a un criterio de valoración del lenguaje en el presente, donde se implica una evolución de dos vertientes fundamentales del valor de los signos considerados en función del tiempo donde nacen los principios de "mutabilidad e inmutabilidad" presentes en el signo lingüístico como principios irrefutables y que a su vez conllevan a verlos como dualidades, apreciando su organización y uso en el sistema actual y también la evolución de estructura a lo largo de las épocas históricas, la sociedad se ve atada a la lengua y por ende se ve en la necesidad comprensible de tomar al signo como agente inmutable en la sincronía donde no se acepta la innovación lingüística ya que la diversidad de los signos los vuelven casi innumerables dificultando así su cambio de modo radical y menos se acepta la modificación de un signo debido a que: lo arbitrario del signo no permite modificar la lengua, todo esto basado en la inmutabilidad del signo lingüístico en la sincronía, pero encontramos la antítesis de la mutabilidad en la diacronía, generando que ambos conceptos sean existentes de modo simultáneo, ya que, la alteración del signo, genera un proceso de continuidad, derivando en que, el signo cambia "porque continua", en síntesis: el tiempo asegura la continuidad de la lengua y podemos asegurar como principio saussuriano que:"la diacronía corta la sincronía".
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ResponderEliminarJessica A. Cardoza Castellano
ResponderEliminarC.I. 26.046.879
Sección: 03
Verdaderamente considero magnífico el trabajo que se tomó la tarea de realizar Saussure, puesto que algo tan importante e indispensable como lo es el signo lingüístico no podía haber sido pasado por alto. Si bien es cierto existe el lenguaje desde antes de la fundación del mundo, y después que este había sido creado, podemos encontrar al signo haciendo sus primeras apariciones en la tierra ya sea en el sonido del viento, o en el crujir de los arboles, en el cantar de los pájaros o en las olas del mar, en efecto en los primeros hombres habitantes de esta tierra, y así mismo en diferentes e infinitas manifestaciones. De ahí en adelante comienza a surgir con más magnitud el desarrollo del signo, nutriéndose día a día en los habitantes, en la sociedad.
A partir de haber leído la publicación expuesta arriba, mi apreciación en cuanto a los grandes aportes de Saussure es que gracias a él, hoy en día somos poseedores de una gran claridad comprensiva al momento de hablar del signo. Fue tan sólo en ese momento, en el que él (Suassure) tuvo la ingeniosa idea de denominar como semiología al estudio de los signos, cuando emprendió el viaje lingüístico que lo llevaría a discernir las antinomias (explicadas en el artículo arriba) innatas de la semiología, encontrándose también con la peculiaridad de que cada una de sus teorías desglosadoras del signo, son fundamentadas en una dicotomía.
A pesar del surgimiento de nuevos planteamientos y teorías, no se le puede dejar de reconocer su esfuerzo y dedicación a Ferdinand, siendo este el pionero en cuanto a la iniciativa de estudiar la ciencia de los signos. Nótese que por decir esto no quiero menospreciar el trabajo de otras grandes eminencias, como por ejemplo Charles Peirce, quien considero (luego de leer el artículo) un hombre con otra perspectiva acerca del signo lingüístico, debido a que sus aportes ayudan a comprender desde un punto más amplio y flexible la temática del signo.
Personalmente opino que ninguna teoría se contradice en su totalidad, sino más bien se complementan, ya que ambos son planteamientos que abarcan el ámbito mental, lo que hace que tengan una relatividad irrefutable.
Así pues, concluyo diciendo: la vida y la lengua van de la mano.
Jessica A. Cardoza Castellano
ResponderEliminarC.I. 26.046.879
Sección: 03
Verdaderamente considero magnífico el trabajo que se tomó la tarea de realizar Saussure, puesto que algo tan importante e indispensable como lo es el signo lingüístico no podía haber sido pasado por alto. Si bien es cierto existe el lenguaje desde antes de la fundación del mundo, y después que este había sido creado, podemos encontrar al signo haciendo sus primeras apariciones en la tierra ya sea en el sonido del viento, o en el crujir de los arboles, en el cantar de los pájaros o en las olas del mar, en efecto en los primeros hombres habitantes de esta tierra, y así mismo en diferentes e infinitas manifestaciones. De ahí en adelante comienza a surgir con más magnitud el desarrollo del signo, nutriéndose día a día en los habitantes, en la sociedad.
A partir de haber leído la publicación expuesta arriba, mi apreciación en cuanto a los grandes aportes de Saussure es que gracias a él, hoy en día somos poseedores de una gran claridad comprensiva al momento de hablar del signo. Fue tan sólo en ese momento, en el que él (Suassure) tuvo la ingeniosa idea de denominar como semiología al estudio de los signos, cuando emprendió el viaje lingüístico que lo llevaría a discernir las antinomias (explicadas en el artículo arriba) innatas de la semiología, encontrándose también con la peculiaridad de que cada una de sus teorías desglosadoras del signo, son fundamentadas en una dicotomía.
A pesar del surgimiento de nuevos planteamientos y teorías, no se le puede dejar de reconocer su esfuerzo y dedicación a Ferdinand, siendo este el pionero en cuanto a la iniciativa de estudiar la ciencia de los signos. Nótese que por decir esto no quiero menospreciar el trabajo de otras grandes eminencias, como por ejemplo Charles Peirce, quien considero (luego de leer el artículo) un hombre con otra perspectiva acerca del signo lingüístico, debido a que sus aportes ayudan a comprender desde un punto más amplio y flexible la temática del signo.
Personalmente opino que ninguna teoría se contradice en su totalidad, sino más bien se complementan, ya que ambos son planteamientos que abarcan el ámbito mental, lo que hace que tengan una relatividad irrefutable.
Así pues, concluyo diciendo: la vida y la lengua van de la mano.
María Rodríguez
ResponderEliminarC.I: 25.913.398
Sección: 02
Para Saussure la semiología es la ciencia que estudia los signos en general. Saussure decía que la lengua es un sistema de signos que expresan ideas y que se podían comparar con varios lenguajes. Se ha reconocido también que el lenguaje es un sistema de signos lingüísticos para que cada hablante lo adecue a su criterio individual, de una manera que se sienta cómodo al expresarse hablando. Así como el lenguaje es un sistema de signos que expresan ideas, el signo es una díada, ya que representa la parte sensorial de algo. Saussure pensaba que el lenguaje es un conjunto de símbolos que sirven para la comunicación dentro de un grupo social que posee los códigos para decodificar el contenido de los mismos; que era universal; y la lengua es la forma específica de realización del lenguaje en un determinado grupo, así como el habla es la realización personal.
"Cognición, pensamiento, hombre, son semióticos en su esencia. Cada pensamiento es un signo. La vida es una cadena de pensamientos, prueba que el hombre es un signo. El universo entero está inundado con signos". Peirce pensaba que todo el mundo, todas las cosas eran un signo, todo es un signo. En si, Peirce da a entender que el signo es el centro de los procesos semióticos.
Saussure considera la lengua o el lenguaje como signos que permiten expresar ideas y sentimientos en lo que son participes la escritura y las señales, es por ello que decide tomarla como una ciencia general y llamarla semiología, ya que el lenguaje es la parte fundamental de la comunicación donde cada hablante lo adapta a su criterio individual y creatividad vital para una comunicación efectiva, también señala que deben tomarse en cuenta los cambios del lenguaje que se producen con el pasar del tiempo en una determinada comunidad considerando el signo de una manera sensorial, es decir la forma por la cual percibimos o sentimos algún elemento. Por tal razón hace referencia a la importancia de cada uno de los signos lingüísticos lo cual explica que si se llega a omitir una palabra de una oración el significado del mismo sería totalmente diferente y la semiología no se daría de manera coherente.
ResponderEliminarCabe destacar que los signos son utilizados desde la era de la existencia y la teoría de Saussure enaltece la valoración del lenguaje tanto en el presente como a lo largo de su evolución. Saussure toma la sincronía como el fenómeno del lenguaje en un momento dado, y la diacronía como el fenómeno del lenguaje a través del tiempo donde uno es el eje del habla (sincrónico) y el otro corresponde a la lengua (diacronía). Tambien sostiene que todas las palabras tienen un componente material al que se denomina significante y un componente mental referida a la idea y representada por el significante al que se le denomina significado y ambos conforman un signo.
Al igual que Saussure, Pierce concibe la semiótica desde un enfoque más lógico que sociológico la cual se encarga del estudio del signo desde su perspectiva considerándolos como la relación entre los signos y sus intérpretes, la semiótica que se origina en Pierce es una teoría de los signos la cual considera que todos los sistemas de signos son importante y que el lenguaje hablado es uno más de esos sistemas a diferencia de la semiótica, la semiología considera que el signo más desarrollado es el lenguaje hablado y para concluir Pierce define la semiótica como la encargada de analizar los procesos de pensamiento y de investigar la condición de su significado.
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ResponderEliminarLuis A. Meza. V. C.I: 27.070.476. Sección: 03
ResponderEliminarSaussure expresa que la necesidad el hombre por comunicarse es inevitable,algo innato. Por lo que existe un convención en la sociedad de diferentes culturas la arbitrariedad de darle a un significante su significado,pero que, cada individuo tenga como propia la manera en que se ve reflejado en la mente el significante. Y es que, la lengua es el sistema de signos más importante, pese a otros que existen tales como: el alfabeto de los sordomudos, señales militares, entre otros. En instancia Saussure supone una ciencia que estudie la vida de los signos (donde se puedan aplicar tales estudios en función del tiempo,respecto al lenguaje), a la cual denominó semiología. Por otra parte Peirce explica que,todo lo que percibimos es un signo, lo cual conlleva a una interés por descubrir qué es o cual es su significado, y que para todo existe un representamen, objeto e interpretes o interpretantes, por ejemplo, en mi niñez me decían “bebé” que vendría siendo el representamen, Luis sería el objeto y mi familia los interpretantes. Así pues en ambas teorías se refleja la conexión del pensamiento para una representación mental.
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ResponderEliminarAna Elena Delgado Torres
ResponderEliminarC.I: 26.311.300
Sección: 03
Según Saussure y Charles Sanders; nos expresa que la importancia del lenguaje para todo ser humano tiene como capacidad de comunicarse desde diferentes facultades , siendo la forma más generalizada entre las diferentes comunidades, el lenguaje humano, nos coloca en la necesaria vinculación de esta herramienta comunicativa, esencia de la condición humana, a interrogarnos sobre dos aspectos fundamentales a través de los aportes de la ciencia de los signos (la Semiótica) en los espacios socioculturales y resaltar los principales criterios teóricos de dos grandes de la Lingüística estructural.
Se plantea desde el punto de vista del conocimiento, que los seres humanos tenemos la inteligencia de estudiar los diferentes sistemas de signos que permiten la comunicación entre individuos, sus modos de producción, de funcionamiento y de recepción entre la lengua y el habla, como manifestaciones social e individual del lenguaje, respectivamente la Pareja formada por dos seres o principios muy estrechamente vinculados entre sí ,es decir, el valor de los signos considerados en función del tiempo, apreciando su organización en el uso del sistema actual y en correspondencia con la evolución, que han sido objeto a lo largo de las épocas y que se manifiesta en cualquier estructura en el presente.
Fabiana E. Cabrita G.
ResponderEliminarV 26.324.749
Sección: 03
Personalmente considero que la comunicación es una necesidad entre especies para expresar ideas, pensamientos y emociones. Empleamos el lenguaje para establecer relaciones con infinidades de individuos a lo largo de nuestras vidas. Desde pequeños buscamos comunicarnos con señas, balbuceos, expresiones corporales, entre otras. La semiótica por su parte, es la ciencia encargada de darle un significado a las palabras que usamos en nuestro día a día, es aquella que le da estructura al lenguaje, y si la empleamos correctamente sabremos expresarnos de manera enriquecedora. Cada uno de nosotros, adecuamos el lenguaje a nuestro criterio, haciendo de éste algo muy personal, nadie habla igual a nadie, es mediante el mismo que expresamos nuestra individualidad.
Cabe destacar, que al igual que todo lo que nos rodea, el lenguaje también cambia, hace una especie de metamorfosis, generación tras generación, lo cual explicaré con el siguiente ejemplo: Hace algunas semanas tuve una conversación bastante fluida con mi abuela; ella me contaba anécdotas de su juventud, fue entonces allí cuando surgieron muchas interrogantes, habían muchas palabras y frases que desconocía, como por ejemplo “tarambana”, “mamerto”, “planché toda la noche”, “colorete”, “te pego un toque”…entre muchas otras más, las cuales no estaban mal dichas, al contrario, aunque para mí no tuvieran sentido y aunque ya en la actualidad no son empleadas, me resultaban intrigantes. Entonces me encontré a mí misma indagando su significado, un significado que ignoraba por completo. Y así es como afirmo (mediante el ejemplo propuesto anteriormente) que la teoría de Saussure se cumple, pues el lenguaje varía acorde al entorno histórico que esté transcurriendo.
Igualmente tomando de referencia el ejemplo anterior (donde hablaba con mi abuela sobre sus vivencias) afirmo también la teoría de Peirce, pues considero que ciertamente el lenguaje es un conjunto de signos que los seres humanos, como interpretantes, lo modificamos y le damos un sentido bajo nuestra propia perspectiva. Al momento en que mi abuela hizo mención de la palabra “colorete”, en ese instante no comprendí el significado que dicha palabra tenía en el sintagma de la oración, fue entonces cuando, tras preguntarle qué significado tenía para ella, comprendí que se refería a “rubor” (un artículo de maquillaje). Se puede ver entonces claramente como a lo largo del tiempo el objeto sigue siendo el mismo, sólo que con otra denominación.
La capacidad que tenemos los seres humanos para comunicarnos ha ido de la mano con nuestra evolución ya que desde tiempos muy remotos el hombre ha utilizado diferente formas de comunicación como: el lenguaje de señas, ideogramas, escritura y habla. Saussure cuando plantea el principio de linealidad del signo lingüístico, el cual se refiere a que el significante siempre es lineal y depende de una secuencia acústica o de sonido temporal. En mi opinión este principio se trata de la palabras (con esto me refiero al significante) que decimos momentáneamente y que en espacio de tiempo corto podemos decir otra palabra diferente pero con las mismas letras de la anterior y esta no tendrá el mismo significante, por consiguiente tampoco tendrá el mismo significado, por esto al momento de desenvolvernos en nuestra vida cotidiana y en la misma sociedad debemos respetar ciertos parámetros al momento de comunicarnos.
ResponderEliminarCon el principio de la mutabilidad Ferdinand Saussure hace referencia a que el lenguaje pasa por un proceso de cambio, ejemplo de esto sería cuando una comunidad, pueblo, nación, estado… sufre una serie de cambios a través de los años y esto crea un cambio social y cultural que llega a transformar el habla del mismo, como en los siglos XVI y XVII en los que se hablaba un castellano diferente al de nuestros tiempos, esto lo podemos comprobar cuando leemos el Quijote que esta escrito originalmente como lo que conocemos el castellano antiguo.
En conclusión para que podamos tener noción y entender a que hace referencia Ferdinand Saussure con los principios del signo lingüístico, debemos conocer que es significante y significado.
Angelica Bravo
C.I:25631711
sección:02
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ResponderEliminarAngerlis Frías
ResponderEliminarC.I.: V-26.264.671
Ferdinand de Saussure nos hace entender que el signo lingüístico es la asociación más importante en la comunicación humana, términos también apoyados por Charles Pierce; y otros varios autores, siendo autores de vital importancia dentro de lo que es la semiología; puede decirse que la semiología se encarga de todos los estudios relacionados al análisis de los signos, tanto lingüísticos (vinculados a la semántica y la escritura) como semióticos (signos humanos y de la naturaleza), y que éstos a su vez presentan propiedades de arbitrariedad, linealidad, mutabilidad e inmutabilidad. Desde antes de Cristo, se fue acudiendo a mecanismos de comunicación para poder expresar lo que se sentía y pensaba mediante diferentes tipos de signos, es tácito el hecho de que era un lenguaje muy primitivo y que a través de la procedencia de los años ha variado y seguirá variando, ya que éste se irá mutando debido a las influencias sociales, culturales, religiosas, intelectuales, históricas y muchas más. Hoy día el lenguaje cumple muchas funciones y estas dependerán de la necesidad de comunicación del ser humano que lo utilice, siendo éstas funciones; función poética o estética, referencial, apelativa o conativa, expresiva o emotiva, fática y metalingüística. Seguidamente, el signo lingüístico, es de gran importancia a momento de referirnos al lenguaje escrito y oral, pues este conjunto de signos son los que permiten darle sentido a nuestras ideas, ya que un grupo de signos forman palabras, un grupo de palabras forman oraciones (característica sistemática) y mediante estas oraciones se pueden expresar pensamientos e ideas. La semiología y semiótica nos dejan bastante claro que, sí el signo o los signos, es decir, todo aquello que se percibe por los sentidos y que representa o evoca una cosa diferente de sí mismo, siendo cualquier realidad que se percibe físicamente y que posee un significado para aquél que lo percibe; no existieran, tampoco existiría el lenguaje oral y escrito, ya que no tendríamos ningún código que nos permitiera establecer una semiosis.
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ResponderEliminarLaura Uzcategui
ResponderEliminarC.I 26324275
Sección: 03
El lenguaje es el medio por el cual todo ser humano se comunica, según lo indica Saussure, esto varía de acuerdo a cada individuo y su ubicación en el tiempo; la acción de comunicarse es tan necesaria que está inmersa en cada faceta del ser humano, por ejemplo en el baile, el arte, las señas, etc... Ahora bien, según Peirce, el lenguaje es un conjunto de signos que de acuerdo con el contexto donde estemos ubicados y dependiendo de los interpretantes, se dará o no una comunicación efectiva.
Gracias a la semiótica (ciencia que estudia los signos), el lenguaje contiene lineamientos y normas que deben seguirse, pues de lo contrario todos los individuos nos expresaríamos de una manera tan desordenada e incoherente que no lograríamos entablar una conversación fluida. Para concluir podemos citar a Peirce: “el signo que el hombre utiliza es el mismo hombre”, es de resaltar que el lenguaje se compone de variedades de signos que se encuentran a lo largo de nuestras vidas tanto creados por cada quien, como ya establecidos por la sociedad con el fin de representarnos como personas, así como también representan la cultura y la educación presentes en nuestra cotidianidad.
THITVIANA MARQUEZ CI: 23.782.246
ResponderEliminarPara Saussure la lengua es un sistema de signos a través de los cuales los seres humanos nos comunicamos y expresamos sentimientos, emociones, ideas, es por ello que Ferdinand de Saussure considero los signos como una ciencia la cual la llamo semiología. Estos signos que los seres humanos expresamos van desde lenguaje de señas, la escritura, lenguaje humano, bailes ente otros.
En todo momento a través de nuestras expresiones tratamos de comunicarnos con el mundo que nos rodea, entonces los signos forman parte de un todo. En un segundo término Saussure piensa que la lengua y el habla son manifestaciones individuales; la lengua es social todo la hablamos, pero el habla es individual el castellano de cada uno como persona.
El lenguaje es la manera de expresar que tiene cada ser humano desde el momento del nacimiento, ya que sentimos la necesidad de comunicarnos con lo que nos rodea y a medida de nuestro crecimiento, comienza por imitarse a las demás personas que tienen a su alrededor hasta que se relaciona la palabra con un objeto y a través del tiempo se va enriqueciendo el lenguaje modificando términos, es por ello que Saussure afirma que el lenguaje esta descrito por un significado y un significante y estas no son más que entidades psíquicas, y que el ser humano a través del sonido puede construir su propio concepto.
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ResponderEliminarRodolfo Paredes
ResponderEliminarC.I: 27.070.457
Sección: 02
El lenguaje es una expresión o herramienta que caracteriza al ser humano, nos podemos comunicar de distintas formas, bien sea, oral, escrita, gestual. Ferdinand de Saussure piensa en la semiología como una ciencia que estudia los signos.
La lengua es un sistema de signos que expresan ideas y además estudia la vida de los signos en la sociedad, por esto se llega a confundir con otros sistemas de comunicación. La lengua es también la parte social del lenguaje (comunidad lingüística).Y si hablamos sobre lengua tendríamos que qué referirnos a el habla, el cual es un acto individual o concepto que tiene un ser en la cabeza. Estas dos van de la mano, ya que la lengua necesita del habla para que esta produzca y, por supuesto el habla de la lengua para ser compresible.
De la semiótica surgen otras ciencias como la lingüística, que se relaciona con ella pero son contradictorias,a estas Saussure las llamo “antinomias”. En cuanto al signo Saussure dice que es como una díada, eso quiere decir “grupos pequeños o relación entre dos”, por eso es que esta compuesta por significante como una representación acústica y por significado, su concepto. En cuanto a la arbitrariedad, Saussure estable “El lenguaje es una institución humana sin ninguna relación natural con su objeto”. Llamando a esta condición inmotivado. Entre las paradojas del leguaje (antinomias) salen a relucir las relaciones sintagmáticas y paradigmáticas, las primeras relaciones se realizan en el momento que se hace emisión de un mensaje oral, entonces es fundamental la presencia para lograr una buena comunicación. Y cuando es escrita debe permanecer una combinación de vocablos. En cuanto a diacronía-sincronía, Saussure señala que se puede estudiar el lenguaje a lo largo del tiempo esto es diacronía y, si se estudia en una época determinada es sincronía.
Juan Mantilla
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Seccion:03
Desde mi punto de vista y comenzando con una frase propia. “La simbología en el lenguaje corporal es espontaneo e importante”.
Parto desde aca ya que a la hora de comunicarnos es prácticamente imposible no hacer gestos y a sus vez estos también comunican, es parte de lo que decimos porque reflejan ya sea, estado de animo o interés, también podemos apreciar que por ejemplo: cuando hablamos por una llamada telefónica donde la segunda persona no esta presente todavía hacemos gestos porque estos van adheridos a lo que decimos.
En la lectura vi un punto muy importante y vital siendo el lenguaje un sistema lingüistico moldeable o capaz de ser modificado por nosotros de acuerdo a nuestras experiencias y pues somos amos de nuestra selección de vocabulario y podemos agregar que para establecer los lazos necesarios que hacen de la exprecion una estructura coherente para ser utilizado en cualquier momento de la comunicación hablada y escrita, deberá persistir la coherencia para poder aclarar nuestros deseos.
La semiótica es producto de la naturaleza ya cada una de nuestros pensamientos es un signo y la vida es una serie de pensamientos, el hombre como semiótica
Nosotros por impulsos de emotividad y nuestra capacidad creadora podemos inventar nuevos símbolos con la diferencia que nuestro entorno un ejemplo seria un apodo, ya que nombramos desde nuestra perspectiva algo o alguien que nos rodea a nuestro de gusto convirtiéndose esto en un símbolo en nuestras vidas.
Como resumen el lenguaje es un sistema de valores en el sentido en que todo signo lingüístico vincula sonidos e ideas. Si tal vínculo no existiera, sería imposible separar un pensamiento de otro. Los sonidos no se diferencian entre sí más que los pensamientos no expresados. La función del lenguaje no es crear un medio sonoro para expresar el pensamiento sino mediar entre el pensamiento y el sonido, de modo tal que el vínculo entre ambos dé por resultado unidades que se determinen mutuamente.
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ResponderEliminarpatricia coronado
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secciòn: 03
Según Saussure un contenido está indisolublemente asociado a una expresión, y a su vez la expresión o imagen acústica existe gracias a una relación con el contenido, delimitado convencionalmente por el uso lingüístico. Esta afirmación supone alegar que el signo lingüístico es arbitrario, es decir, que la asociación entre el significado y el significante no tiene más base que el uso o convención lingüística. La definición de Saussure es muy importante y ha servido para desarrollar una conciencia semiótica. Su definición de signo como entidad de dos caras (significante y significado) ha anticipado y determinado todas las definiciones posteriores de la función semiótica.
Efectivamente, durante el transcurso del tiempo, el lenguaje evoluciona, lo que pone en evidencia que los signos cambian. En consecuencia, Saussure afirma que una lengua puede ser estudiada tanto en un momento particular como a través de su evolución en el tiempo. En este sentido, se encuentran algunas de las modalidades respecto al uso del lenguaje que son la sincrónica y la Diacrónica.
En conclusión; Podemos definir el lenguaje como Objeto de estudio de la lingüística que consiste en la capacidad humana de asociar significados a determinados conceptos, asociación de carácter convencional e intencional; elemento de la construcción del pensamiento humano y considerado uno de los principales medios de comunicación existentes. Lengua lo puntualizamos como un conjunto ordenado y sistemático de formas orales, escritas y grabadas que sirven para la comunicación entre las personas que constituyen una comunidad lingüística. Hablando de una manera informal puede decirse que es lo mismo que idioma, aunque este último término tiene más el significado de lengua oficial o dominante de un pueblo o nación, por lo que a veces resultan sinónimas las expresiones lengua española o idioma español. Hay lenguas que se hablan en distintos países, como el árabe, el inglés, el español o el francés. En estos casos aunque la lengua sea la misma, existen ciertas variaciones léxicas, fónicas y sintácticas menores por motivos históricos y estrictamente evolutivos, aunque todos los hablantes se entienden entre sí
Desde la creación del mundo él ser humano se ha visto en la necesidad de comunicarse bien sea con señales o dibujos hasta poder llegar a la lengua que hoy tenemos. En su estudio Ferdinan de Saussure plantea que la lengua es aquel sistema de signos que expresan una idea por lo cual plantea una ciencia general que los estudia y la llamo semiologia. Expone que la lengua y él habla se manifiestan de manera individual en una comunidad. En relación del lenguaje cabe destacar él sintagma- paradigma él cual es la cadena del habla, la lengua es cambiante y evolucia lo que permite estudiarla a lo largo del tiempo con la diacrónia-sincronia así como también la separación con él eje de simultaniedades y él eje de sucesiones. En la teoría de Pierce él piensa que un signo es cualquier cosa que determina una otra, a medida que evoluciona él mundo y los seres humanos, con ellos evoluciona la lengua, él habla y la manera de comunicación por eso la importancia de su estudio y hasta llegar a la conclusión que las teorías del signo se perciben como una entidad psíquica vista desde dos puntos de vista como él de Saussure él cual es complamentada con la teoría de Pierce y con la capacidad del ser humano de percibirlos.
ResponderEliminarAnghela Patricia Molina Balivo
C.I:26.962.352
Sección: 03
Susana Briceño
ResponderEliminar25171528
Sección 3
La teoría sobre los signos basadas por el Fundador Ferdinand de Saussure establece la importancia de la semiología en la vida del ser humano y en la sociedad. El lenguaje es un sistema de signos lingüísticos donde el hablante adapta a su criterio individual, cabe resaltar que los estudios del lenguaje han evolucionado en la condición humana en razón y pensamiento compartido en valoración como esencia de la creación de la vida.
El siguiente fundador Charles Sanders Peirce hace referencia a tres elementos fundamentales en el signo que son el representamen, objeto y interpretante tomando en cuenta que el universo entero está inundado con signos, amplía la teoría binaria del signo lingüístico de Saussure, teniendo en cuenta que en los dos prevalece la conexión del pensamiento de la representación mental de la vida del signo.
Los demás seguidores se basan en la teoría de Saussure y Peirce tomando en cuenta lo argumentado por ellos.
Desde la creación del mundo él ser humano se ha visto en la necesidad de comunicarse bien sea con señales o dibujos hasta poder llegar a la lengua que hoy tenemos. En su estudio Ferdinan de Saussure plantea que la lengua es aquel sistema de signos que expresan una idea por lo cual plantea una ciencia general que los estudia y la llamo semiologia. Expone que la lengua y él habla se manifiestan de manera individual en una comunidad. En relación del lenguaje cabe destacar él sintagma- paradigma él cual es la cadena del habla, la lengua es cambiante y evolucia lo que permite estudiarla a lo largo del tiempo con la diacrónia-sincronia así como también la separación con él eje de simultaniedades y él eje de sucesiones. En la teoría de Pierce él piensa que un signo es cualquier cosa que determina una otra, a medida que evoluciona él mundo y los seres humanos, con ellos evoluciona la lengua, él habla y la manera de comunicación por eso la importancia de su estudio y hasta llegar a la conclusión que las teorías del signo se perciben como una entidad psíquica vista desde dos puntos de vista como él de Saussure él cual es complamentada con la teoría de Pierce y con la capacidad del ser humano de percibirlos.
ResponderEliminarAnghela Patricia Molina Balivo
C.I:26.962.352
Sección: 03
Jhon Briceño
ResponderEliminarC.I: 26.123.791
Sección: 02
Es importante resaltar la transcendencia del lenguaje en lo personal pienso que, es más que la formación de palabras , en si todo lo que está a nuestro alrededor posee y expresa su propio lenguaje desde la flora hasta la fauna así como nosotros el ser humano mediante la escritura, el habla y los gestos u expresiones partiendo de esto se puede poner en contexto los estudios realizados por Saussure el cual nos habla de la semiología como una ciencia que estudia los signos en general y la semiótica que es la ciencia encargada de estudiar y analizar la vida y función de determinado signo en la sociedad. Un claro ejemplo de semiótica es la interpretación del lenguaje y señas utilizados por los jugadores de fútbol y su director técnico, ya que es solo entendido entre las personas que lo han convenido, en el ejemplo ya expuesto podemos poner en practica la reflexión hecha por Saussure sobre el signo la cual expresa que está dividido en significante- significado, se interpreta como significante la proyección sensorial de algo o su elemento fónico- acústico y el significado su concepto o contenido. Siendo en este caso el significante las señas utilizadas por el director técnico del equipo y el significado la instrucción que quiere transmitir el mismo a sus jugadores.
Por otra parte tomando en cuenta el ejemplo ya expuesto se puede decir que también se manifiesta la teoría de Percie , ya que en esencia el lenguaje que implementamos no es lineal, con esto quiero decir que está sujeto a modificaciones, a su vez estas pueden darse a tras ves del tiempo, o por perspectiva individual y colectiva. En el caso del entrenador de fútbol y las instrucciones que imparte mediante señas, las mimas están sujetas a cambios o diferentes interpretaciones en lo que indiquen, por ejemplo la indicación “verde 4-3-3” para determinado grupo de jugadores dicha instrucción podría ser una formación de contraataque, para otro equipo la misma instrucción podría significar que ejecuten una formación defensiva.
En conclusión ambas teorías tienen un punto de encuentro el cual es la conexión entre el pensamiento y el lenguaje así como también la variabilidad a la que está sujeto el mismo, ya sea por razones históricas o netamente evolutivas dentro del lenguaje.
Rognelly Valero.
ResponderEliminarC.I V-25374045
Sección: 03
Ferdinand de Saussure y Charles Sanders Peirce, crearon las bases de lo que hoy se conoce como "Teoría General de los Signos", cada uno desarrolló sus estudios en "el signo" desde diferentes perspectivas.
Saussure se dirige a una perspectiva lingüística y llama a la semiología como una ciencia general que estudia los signos. Así mismo plantea que la lengua es un sistema de signos que expresan ideas y a su vez es el más importante de los sistemas. Para éste autor, en el uso del lenguaje deben existir unas antinomias como lo son:
Lengua-Habla
Significante-Significado
Arbitrariedad-Racional
Sintagma-Paradigma
Sincronía-Diacronía.
Estas antinomias son fundamentales en la estructura de la teoría del signo lingüístico de Saussure.
Desde mi punto de vista el lenguaje es moldeado por cada individuo a su parecer, influenciando en él, la sociedad y la creatividad, es decir que cada ser humano tiene la capacidad de poseer un lenguaje particular , ya sea por su forma de expresarse, por sus gestos o signos, sin dejar a un lado el correcto uso de los fonemas y de los vocablos para así tener un lenguaje coherente y hacer buen uso del mismo.
Por otro lado Charles Peirce tiene una perspectiva lógica-gramática y para él cada pensamiento es un signo. Su teoría esta fundamentada en la filosofía y en que el ser humano conozca la realidad desde el sistema de pensamientos. En dicha teoría podemos encontrar "la primeridad" que describir la situación global de las cosas como cualidades, "la segundidad" que se refiere a la acción real y "la terceridad" como entidades regidas por leyes y fines.
A diferencia de Saussure, a Charles Peirce no le preocupaba el funcionamiento de la lengua; su preocupación era más general, ya que le interesaba cómo el hombre conoce la realidad.
En conclusión, el lenguaje ha evolucionado a través de los siglos pero al pasar del tiempo el ser humano cada día carece de léxico y a transversado los fonemas a su manera, afectando así el uso de lenguaje y expresión.
FRANCIS PEÑA CI:23.596.206
ResponderEliminarPara Saussure la semiotica es el estudio de los signos planteando que la lengua en sus diferentes formas de expresión es un medio donde se expresan ideas, debido a que somos seres humanos y tenemos la necesidad de comunicarnos en la sociedad. La semiologia converge en todas las ciencias ya que el lenguaje esta estructurado para que cada persona lo adecue a su agrado a través de sus experiencias individuales.Las relaciones del lenguaje, denominadas por Saussure antinomias, se destacan las sintagmáticas la cual se manifiestan en el habla a traves del lenguaje oral, la comunicación expresado una estructura coherente y funcional para ser utilizada en determinado momento de la comunicación entre hablantes y paradigmáticas se establecen a partir de una serie de signos, en ausencia, verbigracia cuando reconocemos en el inventario de los sustantivos todas aquéllas palabras que puedan haberse colocado en una oración pertenecientes a ese inventario.
La semiología no puede ser sino la vida del signo en la sociedad. El signo está vivo, nosotros lo dotamos de energía trascendente. Y la comunicación es una comunión en la cual el signo une a las personas. Bebemos de la ubre de un sistema casi de forma automática e inconsciente pero cuya virtud se propaga sin reposo por las distintas culturas del lenguaje.
ResponderEliminarSobre las antinomias, hay en Saussure la diferenciación del habla con respecto de la lengua, la primera como acto social, la segunda como acto individual de cada sujeto. La convención establecida en torno al lenguaje, la lengua es siempre adopción sutil y necesaria, y el habla voluntaria, abarcando así una inteligencia interpersonal indisociable de otra intrapersonal.
En efecto el lenguaje de signos tiene como principio la coherencia y la funcionalidad para llevar a cabo la comunicación, esto se complementa mediante otra interesante antinomia de Saussure: La sincronía y la diacronía. Cabe destacar que fue Saussure el que clarifico ambos puntos de vista, nos habla de la concepción de dos tipos de lenguaje, uno histórico y evolutivo y el otro enfocado en la lengua y habla como esencia de un momento histórico preciso. Jean-Paul Sartre lo identifico también en el ámbito filosófico.
Por otro lado, Charles Peirce reconoce en la semiótica la naturaleza misma del pensamiento humano. Con la realidad como triada, una concepción sumamente interesante del ser y su mundo de cosas, que dilata la teoría de Saussure y expresa algo más de dinamismo en el acto de significar.
La visión general no se modifica. Sigue existiendo la interrelación entre la idea, signo y su interpretante.
El signo es creación, y es a su vez la expansión y continuación de esta creación primigenia que se manifiesta constantemente en el trágico cotidiano.
La comunicación ha sido fundamental en el proceso de la evolución de la humanidad, gracias a esta podemos expresar nuestras necesidades e ideas, también porque somos seres sociables y necesitamos estar en contacto con otras personas. Ferdinand de Saussure establece que la forma en que nos comunicamos se produce por un sistema de signos, ya sea a través de señas, escritura o la mas importante el habla y que es importante estudiarlo como una ciencia a la que el denomino como semiología.
ResponderEliminarEs necesario establecer que el sistema de signos por los cuales se produce la comunicación son producto de la humanidad, debido a esto, la colocación de los fonemas a los objetos se colocan de manera arbitraria por la sociedad que los establezca siendo así el habla una convención social y como la sociedad evoluciona, el signo va evolucionando con ella. Esto quiere decir que el signo va sufriendo un proceso de mutación a través de las generaciones. También es importante resaltar que las sociedades son distintas y por ello los fonemas para señalar un objeto pueden variar depende de el idioma que se use.
Esto también sucede entre dos personas, ya que el habla es individual y por lo tanto el hablante puede expresar algo y el oyente es el encargado de darle su propia interpretación por ejemplo: el hablante puede decir "Voy al banco" y el oyente es quien debe interpretar si el hablante se refiere al "banco" como institución o como objeto para sentarse.
Jose Briceño C.I. 24137638
Rafael Montilla
ResponderEliminarC.I: 27.022.593
Sección: 2
I Semestre
Lenguaje y Comunicación
La verdadera importancia para todo ser humano es la de comunicarse, ya que de esta manera el lenguaje humano, nos da la necesidad de realizar una vinculación entre nosotros mismos. Saussure pensó en una ciencia general que estudiara los signos, la cual llamó semiología; ya que el signo nos une como personas.La lengua está constituida por un sistema de signos los cuales nos expresan ideas, como por ejemplo; las señas de los mudos, los símbolos de los egipcios, señas militares, entre muchos más, ya que todo nuestro alrededor es un mundo sumergido en el lenguaje y los símbolos, es por ello la gran función del tiempo y respeto al lenguaje, de igual forma mencionamos a la semiótica la cual de ella surgen otras ciencias como lo es la lingüística, que se relaciona con ella pero son contradictorias, al fin y al acabo lo fundamental es la presencia para lograr una buena comunicación. Y cuando es escrita debe permanecer una combinación de vocablos.
Cabe resaltar que la comunicación juega un papel muy importante en nosotros cono personas que somos, ya que es una necesidad que tenemos para expresar nuestras ideas, pensamientos y emociones. Es por ello que Ferdinand de Saussure nos da a entender que el signo lingüístico es la asociación mas importante en la comunicación humana. Éste es una unidad compuesta por la unión de un significado y un significante. Por otra parte Peirce tiene otra perspectiva de ello, la cual es lógico-pragmática. Ambos sentaron las bases en lo que hoy se conoce como "La Teoría General de Los Signos". Es importante tener claro que la lengua es la parte social del lenguaje(comunidad lingüística". Esto conlleva a señalar que el habla es un acto individual o concepto que tiene cada humano en la cabeza.
ResponderEliminarMaría Andreína Araujo
Sección: 02
Según la teoría de Ferdinand de Saussure y Charles Sanders, sustenta que la semiología y la semiótica son un lenguaje de comunicación en la cual hay distintas maneras de comunicarse estas maneras pueden ser por signos, señales, escrituras entre otros.
ResponderEliminarEl lenguaje se define como el conjunto de signos decodificables que existen en nuestro entorno. Estos signos o códigos, como comúnmente los denomina el hombre, no se limita a las letras que conforman eso que todos llamamos alfabeto, sino a todas las cosas que existen en la realidad. El hombre es hombre gracias a esa relación con el entorno que le rodea, y se ve obligado a identificar estas cosas con un signo que las defina.
El ser humano, lamentablemente, se convierte en alguien sumiso debido a que no siente la necesidad de investigar estos signos. No se da cuenta de la inmensa burbuja de conocimientos que están a la vuelta de la esquina, y prefiere desentenderse de esta realidad inquebrantable. Lo mejor sería hacer estallar esa burbuja para que esos conocimientos se expandan, y así llegar a conocer la verdad, sobre esa maravillosa palabra que conocemos como lenguaje.
Astrid Carolina Perez Boyer
C.I. 25619190
Sección: 02
El lenguaje es la herramienta que posibilita al hombre realizar o expresar sus ideas, pensamientos, sentimientos y que se materializa a través de signos verbales produciendo la comunicación. El lenguaje y la comunicación están muy relacionados entres si en donde el lenguaje aplica los signos y la comunicación se vale de diferentes elementos donde se configura los signos lingüísticos. Ejemplo: cuando una persona quiere decir algo se vale del manejo de signos producidos expresamente para significar algo. A esa persona la dominaremos emisor. Pero observamos también que en el proceso hay un destinatario final de dichos signos, a este destinatario lo denominaremos receptor. Entonces los signos que circulan entre emisor y receptor es la comunicación en sí que constituye el mensaje.
ResponderEliminarEmisor, receptor y mensaje son, pues, elementos de la comunicación más los signos verbales que se utilizaron para concretizar la comunicación es el lenguaje.
Como se mencionó anteriormente, para que se configure la comunicación este debe de ir dentro de un contexto adecuado en donde el lenguaje se aplique como un mensaje claro, tanto que el emisor codifique signos adecuados y coherentes para que el receptor las pueda decodificar produciendo el éxito sincronizado de la intención, contenido y semántica de la comunicación.
Por ello, la importancia del lenguaje en nuestra vida cotidiana. El estudio que Ferdinand realiza nos acerca a comprender el lenguaje de cierto modo, ya que nos lleva a observar mas allá de lo que se dice o lo que se deja de decir cuando hablamos del lenguaje.
Sobre el estudio de la semiótica y la semiología, se dicen que es muy amplia ya que es prácticamente un todo de lo que somos la humanidad, con las diferentes herramientas esencia de la condición humana.
Son principios, criterios de la lengua de un sistema muy extenso de signos tanto oral como escrito y más allá, las señas y con esto, otro conjunto de estudios. En sí, son las relaciones del lenguaje que juegan ya que son las múltiples combinaciones para comunicarse, donde nos encontramos con poesías, cantos, trabalenguas, novelas entre otros.
C.I. 25.822.763 Sección: 03