sábado, 21 de abril de 2012

José Balza: develación de un universo creativo

A propósito de las actividades extracátedra de la Maestría en Literatura Latinoamericana, hemos tenido la presencia del escritor José Balza. Aparte de ofrecernos dos extraordinarias conferencias en el recinto universitario, tuvimos la oportunidad de compartir sus vivencias en una esplendorosa noche en la Biblioteca "Mario Briceño Iragorry"; actividades que permitieron conjugar su vida, su escritura con nuestras inquietudes. En torno a esto, Libertad León, Alexis del C. Rojas, Dalis Valera y Anibal Rodríguez, estudiantes de la maestría, conversamos con José Balza.
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A.R. Siguiendo un poco tus confesiones, ¿cuáles serían tus autores favoritos?
J.B. Bueno, empiezo con los cuentos de Hadas, para mí son maravillosos y los vuelvo a leer de vez en cuando, por supuesto, allí están incluidos Las Mil y una Noches. El chiste, el chiste que la gente dice en un velorio, en una fiesta, eso me parece a mí una fuente nutritiva de ficción. Luego, pasando ya a autores propiamente, una novela deseable es Salambó de Flaubert, Dickens, las novelas de niños pobres bajo los puentes de Londres, eso para mí es maravilloso. La regenta es una de las novelas más leídas y recordadas. sin duda El Quijote. Bueno en el siglo XX me gustan las novelas de Cortázar, Rulfo, Guimaraes; Onetti es uno de los escritores predilectos, igualmente, Borges. En poesía-lo único que tengo en mi biblioteca es poesía- Ovidio, Horacio, Anacreonte, Shakespeare, García Lorca, Huidobro, Cernuda, Cadenas..

L.L.¿En qué medida se nutre José balza con la escritura metapoética de ciertos autores para el desarrollo de su narrativa?
J.B. Bueno, sin duda lo básico para cualquier escritor es la vida misma, eso significa la cotidianidad, el amor a la amistad, la conciencia del país, conciencia sobre la situación histórica, los inventos...a mí me encantan. Cuando yo vi aparecer los cassettes en los años 60 fue una emoción muy especial, extraordinaria, lo mismo fue la aparición del disco lasser compacto para música; las computadoras me interesan, me gusta nutrirme de lo inmediato; por supuesto,  para un escritor al lado de todos estos inventos terrestres están los inventos intelectuales. yo no necesito solamente leer muchísimos libros de los autores de todos los tiempos, me gusta aprender un poco de idiomas, me interesa mucho la pintura, he estudiado diversos pintores; me interesa la música, la música de todos los tiempos, la escultura, la filosofía, las religiones, las mitología. a mí me gusta todo, entonces hay todo un campo de alimento mental o estético que es muy importante para mí.
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L.L. ¿Y 1/5?
J.B. Esa es una historia muy cómica porque fíjate, yo estuve enamorado desde los once años de una actriz que se llamaba Ava Gardner, una maravilla de mujer, un animal de ojos verdes, el animal más bello del mundo. Nunca vi sus películas porque yo vivía en el Delta; pero las revistas llevaban fotos de Ava Gardner, yo tenía millones de fotos de ella.Todas, de las rodillas, de los pies, de la cintura, de la cara; vestida de leopardo, con la magnolia, de andaluza, de todo. Entonces, fue un amor muy profundo Ava Gardner. Hará nueve, diez años, yo estaba dando una conferencia en New York University  y me dijeron: "Vamos a tomarnos un trago enfrente": Y entramos a un restaurante blanco, de los años cuarenta, con una extraña forma de barco adentro, bellísimo y estábamos hablando cuando, de pronto, me acerco a la barra y estaba hablando con la muchacha porque quería que me hicieran un cóctel muy particular y entonces ella me dice: "Ustedes están sentados en la mesa de Ava Gardner". Y yo quedé tambaleando y empecé a preguntarle a la señora dueña del bar y me decía: "Sí ella venía aquí en su época con Artie Shaw cuando ella era intelectual". ella nunca leyó un libro en su vida, sólo Lo que el viento se llevó, y Artie Shaw quería que ella fuera amiga de sus amigos, de Tomas Mann, de todos esos novelistas norteamericanos que ella trataba; pero no leía nada. Entonces allí iba ella con Artie Shaw, a esa mesa donde estábamos sentados nosotros. Yo estaba muy emocionado y llegué y le dije a todos que esa era la mesa de Ava Gardner. Cuando me voy les pregunto. ¿Cómo se llama este restaurante? Este restaurante se llama One Fifth, un quinto, uno sobre cinco.
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A.C.R. Tienes dos días acá ¿qué opinión te merece la actividad que se está realizando en Trujillo?¿Cómo te sentiste con las actividades que compartiste con este grupo de la maestría y en particular, tu experiencia en la biblioteca "Mario Briceño Iragorry".
J.B. Como yo soy Sagitario y todos los Sagitarios son optimistas...
D.V. y danzante...(Risas).
J.B. Entonces yo siento que el hecho de que haya en Trujillo esta maestría ya es magnífico, ya eso es muy positivo porque hay un punto a la escritura, a la literatura. Hay un deseo y un placer...Por eso siento que hay una mística intelectual, una alimentación intelectual aquí, no son elogios para ustedes, pero veo que es así.

(Tomado de las Páginas Literarias del diario Los Andes, Valera, domingo 4 de febrero de 1990)

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